Reconozcámoslo todos hemos odiado a nuestro suegro o suegra en algún momento.Es inevitable, ley de vida. Les queremos y tal, aceptamos sus cosas buenas y malas, pero hay instantes en los queSipor mucho que habéis puesto de vuestra parte la relación no mejora o incluso se vuelve insoportable quizás sea recomendable que los encuentros pareja-familia se reduzcan a lo estrictamente necesario (bodas, navidades y similar). Eso no quiere decir que no veas a tu familia, puedes seguir pasando tiempo con ellos, pero no es necesario
Misuegra le dice a mi esposo que ella me quiere, pero yo no lo siento así. Quiere cómprale a su nieta todo lo que yo les compro a mis hijas y todo el tiempo me presume lo que le da a su hija. A mi no me crió mi madre y nunca hemos tenido ese vínculo, pero tampoco me siento mal por ello.
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